domingo, 1 de septiembre de 2013

VOLOS. FIN DE LA TRAVESÍA, 39º22N-22º56E






Enormes mosquitos duermen en la bahía durante el día para atacar sin piedad desde el atardecer hasta la salida del sol. Me despido de Moana: ¡Hasta la vista!


sábado, 31 de agosto de 2013

KOTTE, 39º07N 023º06E


KOTTE
Un buen recorrido, conseguimos llegar a una enorme y preciosa bahía, no tenemos carta. Muy verde, el agua muy oscura, no parece Grecia. Bajamos al dingui para medir la profundidad a la antigua usanza. Un cabo con plomo. Viene el viento, fuerte y nos interrumpe, nubes negras, salimos de allí. Probamos otras dos hasta que llegamos a nuestro paraíso particular. De noche, con la ayuda del tabernero, un cabo y el ancla. Luna llena, taberna, solos. Magnífico día, un paseo, baños a 29º y las mejores cigalas. La taberna es una antigua casa de piedra, un molino de aceite. Por la tarde vienen las ovejas, pero la abuela las echa a pedradas. Hace calor, mas baño. El abuelo cuida con esmero de su barca roja, se pasa horas sentado en ella, va y vuelve al pueblo.
El pueblo lo forman una pocas casas, una taberna presume de enormes macetas de albahaca. Intento coger una ramita de la que está mas cerca de mí, de cualquier sitio, pero la mirada de su dueña me hace retroceder. Se acerca y metiendo la mano dentro del arbolito, corta una ramita de tres hojas de su interior, y me la ofrece, como un tesoro.

Es el último paraíso compartido, maravilla, vacaciones, amor. 

sábado, 24 de agosto de 2013

SKIATHOS

SKIATHOS 39º07 N 024º E


SKIATHOS

Después de un baño y un buen desayuno, salimos. Paramos  en una pequeña isla con playa y bar pirata. Lalaria Beach.  Llega un barco tradicional, con fiesta a bordo, pescado fresco, música, copas,…
Viene el viento y tenemos que salir corriendo del bar al barco ya que no agarra bien el ancla, hay una montaña de arena, pero al cambiar el viento el ancla se sale.
Conseguimos un sitio en Skiathos city, un pantalán cutre, sin agua ni electricidad, al menos para nosotros donde el amo es Dimitri. Su ayudante es un  inglés de más de 60, con el pelo blanco y mechón rosa que le ayuda, se encarga cuando el jefe no está. Gracias a él hay calor humano. Vive allí con su mujer, de su quinta, rellenita y pequeña. Ella lleva todo el pelo rosa fucsia, una faldita de volantes muy corta que tapan su voluminoso trasero y unas piernas cubiertas con un panty transparente negro. Curiosa la moda de Skiathos.
La noche es terrible, las discotecas están cerca y rugen toda la noche, además de una tremenda tormenta de rayos, relámpagos y truenos justo encima de nuestras cabezas. El estruendo es tremendo. ¡Que bien estar en el puerto!
Al día siguiente, alquilamos un coche por la tarde y subimos a un Monasterio y a cenar a una maravillosa taberna. Hacemos compras a los monjes, una alfombra y un buen vino. Charlamos con una familia Canadiense en la cena.
Otra noche de ruidos y música a tope. Solo está bien si te apetece unirte  a la juerga.
Por la mañana,  aún con el coche, aprovechamos para recorrer la isla. Al  Kastro se accede por una carretera de piedra que parece imposible. Allí, la más alejada, es la capilla de Santa Marina. A la vuelta de la excursión, supermercado y nos vamos. A dormir con paz.
Bonito camino, llegamos a una bahía grande, según algunos, de las mas bellas del Egeo, bueno, grande si es.  Algunos locos pasan haciendo ski acuático, cerca de la playa. Muchos juguetes a motor: donut, banana, ski,…Es la playa de Vromolimnos, al lado de una zona de lujo, nadamos desde el barco y en la entrada al bar  hay un bidón con agua y un cucharón dentro para quitarte la arena de los pies. Mas tarde, recibimos visita, una pareja que se acerca nadando nos pide subir para tirarse al agua desde cubierta, un deseo de la niñez aún no cumplido.  Son Servios, trabajan en los hoteles, simpáticos. Un buen baño, tortilla de papas y la luna casi llena. Cuidadito, el catamarán está cerca. Buf!
Hay smokers, de todos los tamaños, por la mañana unas tremendas tres olas producidas por uno de ellos, rompen unos de los amarres de la escalera de baño. Mierda.

LALARIA

lunes, 5 de agosto de 2013

N. SKOPELOS, STÁFILO, 39º05 N 023º45 E,SKOPELOS, AGNONDAS, 39º05 N 023º42 E


N. SKOPELOS, STÁFILO, 39º05 N 023º45 E
 Mucha vegetación, frutales, vino, un magnífico olor. El nombre Stáfilo significa uva. La temperatura del agua es la más cálida que encontramos hasta ahora. No dan ganas de salir de ella a pesar de ser más de las ocho de la tarde. Hay una playa en la bahía y rocas que combinan rojo y piedra con el verde.
Hoy hemos descubierto que es domingo, pensábamos que  era lunes. Nos hemos encontrado con un día de regalo.
Por la mañanita una buena nadada  a la playa, arena y piedras Preciosas!!. Nos vamos.

SKOPELOS, AGNONDAS, 39º05 N 023º42 E

Un pequeño puerto, mucho calor, atracamos al estilo “Roman Catolich”, echas el ancla y te vas acercando marcha atrás, con la popa al muelle para amarrarte a él. Hay que calcular bien la distancia que necesita el barco del ancla al muelle, no menos de 50 metros. En el muelle te recibe el mismísimo Agnondas, posando atlético en su monumento.
A la derecha, el muelle y al fondo, la playa.  Arena gorda, como casi todas. Un par de tabernas. Entramos en una de ellas,   magníficos calamares. Las langostas luchan por un sitio en el acuario que las mantiene vivas y, supongo, que también enfadadas. Y abejas. ¡Como no!
Por la tarde cogemos una guagua hasta  Skopelos, el pueblo principal. Son 20 minutos de curvas, con el chofer conduciendo con una mano y el móvil en la otra. A la vieja usanza, no pasa nada, si consigues evitar el infarto. El pueblo tiene encanto, es de los más bonitos y cuidados que hemos visto hasta ahora. Por algo eligieron la isla como escenario de la película “Mama mía!. Calles estrechas llenas de flores en una colina y el puerto.  Volvemos en taxi, de noche. Debe ser costumbre, la taxista, todo el camino hablando por teléfono. ¡Con diferentes llamadas! ¿Ne?, ne, ne, ne…
Nos vamos por la mañana.